Die rote Traumfabrik : Meschrabpom-Film und Prometheus, 1921-1936 [La fábrica de sueños roja: Mezhrabpom-Film y Prometheus] / Günter Agde, Alexander Schwarz (eds.)

Die rote Traumfabrik. Meschrabpom-Film und Prometheus 1921-1936. Herausgegeben von Günter Agde und Alexander Schwarz. Leitung der Retrospektive: Rainer Rother. Redaktion: Karin Herbst-Meßlinger. Berlin: Deutsche Kinemathek; Verlag Bertz und Fischer, 2012
264 p., 223 fot., il. col.
Hardcover, 21,5 x 22,5 cm
ISBN 978-3-86505-214-8

Es un poco extraño escribir sobre un libro en alemán cuando no conoces este idioma pero, de la bibliografía que he manejado, me parece el más interesante sobre la experiencia de Mezhrabpom-IAH. Me interesa por partida doble: por la entrada sobre el cine militante comunista alemán de los años 20 y 30, que ya hemos publicado aquí, pero también por el blog hermano de este que también escribo: http://cinesovietico.com/. Así que, adelante con los faroles…

La exposición

El origen del libro se encuentra en una retrospectiva organizada por la Stiftung Deutsche Kinemathek de Berlín y el Festival Internacional de Cine de Berlín, para su edición de 2012, con una selección de películas realizadas por el estudio soviético Mezhrabpom entre 1922, dirigido en esa época por Moisei Aleinikov, hasta su transformación en en un estudio para películas de niños 14 años más tarde. La retrospectiva iba acompañada de la publicación del libro que nos ocupa, pero también de la realización de un documental.

El documental

Efectivamente, además de la retrospectiva, la exposición y el libro, se realizó un documental de la televisión franco-alemana ARTE que, por desgracia, parece que ya ha desaparecido de su catálogo. No obstante, todavía se puede encontrar en Youtube en su versión en alemán. Es posible activar la traducción simultánea de los subtítulos. Aunque en muchas ocasiones sea cómico o incoherente, al menos te permite hacerte una idea de su contenido. Para mi gusto el documental está demasiado centrado en la comparación de la época del cine ruso de Mezhrabpom-Film con el cine ruso actual, pero a pesar de eso sigue siendo el más completo sobre el tema que he podido localizar.

El libro

El libro, muy bellamente editado, aunque no llega a ser un típico coffee-table book, creo que llego a ganar algún premio a la mejor edición del año o similar. Cuenta con numerosas fotografías inéditas y reproducciones de algunos de los carteles de las películas citadas. Al trabajar principalmente en Alemania y la Unión Soviética, la mayor parte de los autores proceden de estos dos países. Entre ellos, la nieta de Aleksandra Khokholva y Lev Kuleshov, Ekaterina Khokhlova, que en el libro aparece con su nombre transliterado ‘a la alemana’: Jekaterina Chochlowa. Como he comentado, no sé alemán, pero con un poco de buena voluntad y un traductor automático, podemos hacernos una idea del contenido, especialmente cuando se buscan datos específicos. Hagamos por tanto un pequeño repaso a los artículos que conforman la obra, aún con el riesgo de que meta la pata por errores de traducción:

1.- Un prefacio muy breve de Rainer Rother y Nikolaus Katzer. Rother es director del museo del cine de la Filmoteca alemana, y Katzer director del Instituto de Historia Alemana de Moscú.

2.- Le sigue un ensayo del mismo Rother sobre «In Deutschland entschiedener Erfolg. Die Rezeption sowjetischer Filme in der Weimarer Republik» [Éxito decisivo en Alemania. La recepción de las películas soviéticas en la República de Weimar] Un tema fundamental pues como hemos comentado en otras ocasiones, los intercambios culturales y especialmente los cinematográficos entre Alemania y la Unión Soviética durante la República de Weimar serán constantes. Esto incluye el interés del público alemán, que a su vez permitía un flujo regular de visitas de directores soviéticos a Alemania, tanto para dar charlas y participar en debates como para dirigir incluso alguna película, una vez creada Prometheus.

3.- Los orígenes de IAH se encuentran en la campaña para recaudar fondos con el fin de aliviar el hambre en la Rusia asolada por la guerra civil. El artículo de Alexander Schwarz, «Von der Hungerhilfe zum roten Medienkonzern» [Del alivio del hambre a la empresa de medios roja] analiza el proceso que lleva desde esta propuesta inicial, más bien modesta, a la creación de un conglomerado empresarial primero en Rusia y más tarde en Alemania, este último de medios de comunicación y culturales.

4.- Faltaba un elemento en esta historia: por qué una empresa internacional, en principio dedicada a la ayuda, una especie de ONG, se acaba convirtiendo en propietaria de un estudio y una productora en Moscú. Aquí es donde entra la figura del gestor de ese estudio, heredado de los antiguos Rus de la época prerevolucionaria: Moisei Aleinikov. Esto es lo que nos intenta explicar en su artículo «Die verlorene Partie des Moisej Alejnikow» [El juego perdido de Moisej Alejnikow] Aleksandr Deriabin, aquí transliterado como Aleksandr Derjabin.

5.- Personalmente, el siguiente artículo es de los que más me interesaban para la preparación de la entrada sobre el cine militante alemán y en concreto de la productora Prometheus y Weltfilm. La verdad es que acabé encontrando algunos datos útiles. Se trata del artículo de Wolfgang Mühl – Benninghaus «Zur Geschichte von Prometheus-Film GmbH und Film-Kartell Weltfilm: Produktion, Verleih, Finanzierung» [Sobre la historia de Prometheus-Film GmbH y Film-Kartell Weltfilm: producción, distribución, financiación].

6.- Sin ningún género de dudas, Mezhrabpom fue la productora más importante del periodo más brillante del cine soviético. El artículo de Ekaterina Khokhlova -Jekaterina Chochlowa en el libro- hace un breve recorrido por su historia: «Das Studio der Meister: Filme und Schicksale» [El estudio del maestro: películas y fortuna]

7.- El artículo de uno de los editores del libro, Günter Agde, se centra en el análisis desde una perspectiva teórica de algunas de las películas realizadas en el estudio moscovita de Mezhrabpom: «Im Widerstreit der Bilder. Utopien und Topoi» [En el conflicto de imágenes. Utopías y Topoi]

8.- Mezhrabpom-Film fue la introductora del cine sonoro en la Unión Soviética con la película El camino de la vida. Nos explica el proceso el artículo de Valerie Pozner «Die Einführung des Tonfilms bei Meschrabpom-Film» [La introducción de la película sonora en Meschrabpom-Film]

9.- Pero también hicieron sus pinitos en el cine en color, como nos cuenta Viktor Beliakov [Wiktor Beljakow] en un breve artículo titulado «Auftrag und Risiko: Farbe im Film» [Misión y riesgo: color en la película].

10.- Con el curioso título de «Von Glühbirnen und Gletschern, Kombinaten und Kaffeesklaven: Ein Überblick über die Dokumentarfilm-Produktion» [Acerca de las bombillas y los glaciares, las cosechadoras y los esclavos del café: una descripción general de la producción de documentales], Alexander Schwarz, otro de los editores del libro, analiza la faceta de producción documental del estudio.

11.- De gran importancia en esa época era un género conocido como Kulturfilm, que tenía por objetivo la educación de la población, especialmente de la científica. Es un ejemplo bien conocido la primera obra dirigida por Pudovkin, La mecánica del cerebro, con los trabajos del científico Pavlov, pero habrá otros ejemplos. Nos lo cuenta Barbara Wurm en «Von MECHANIK DES GEHIRNS zu »Vierzig Herzen«. Meschrabpom-Film und der Kulturfilm» [De MECÁNICA DEL CEREBRO a «Cuarenta Corazones». Mezhrabpom-Film y la película cultural]

12.- El siguiente artículo está dedicado a otro departamento del estudio: la animación. Es obra de Ralf Forster con el título «Die Trickfilmmeister von der Leningrader Chaussee. Wiege des sowjetischen Animationsfilms» [Los animadores de la Carretera Leningrado. Cuna de la película de animación soviética]

13.- Otro artículo que me interesaba especialmente es el de las coproducciones soviético-alemanas. Es decir, las películas rodadas en Alemania por Prometheus y por Mezhrabpom-Film en Moscú con directores alemanes o de otras nacionalidades. Es lo que estudia Günter Agde en su segundo artículo del libro: «Mit dem Blick nach Westen» [Con vista al oeste]

14.- Las actividades de IAH la verdad es que tuvieron muy poco éxito en otros países fuera de Alemania. Con la excepción de los EEUU. En el artículo de Alexander Schwarz, Valerie Pozner y Thomas Tode se analizan respectivamente las actividades de esta organización en los EEUU, Francia y Austria: «Aktivitäten in den USA, in Frankreich und in Österreich» [Actividades en los EEUU, Francia y Austria].

El último tercio del libro vuelve a resultarme muy enriquecedor. Consta de una sección documental, con, por ejemplo, un plan de producción para 1929, o el documento de liquidación del estudio como entidad dependiente de IAH. Le sigue una cronología, un pequeño índice biográfico de los principales participantes en las actividades de Mezhrabpom, y una imprescindible filmografía.

En resumen, no es una obra para todos los públicos, sin duda, pero imprescindible para los interesados en el tema.

La Nueva Babilonia, la Comuna de París vista por el cine soviético

Entrada publicada originalmente en Espai Marx.

Hoy se celebra el 150 aniversario del inicio de la Comuna de París. Como pequeño homenaje, hemos pensado en reproducir La Nueva Babilonia (Новый Вавилон), película dirigida por Grigori Kozintsev y Leonid Trauberg en 1929, un clásico del cine soviético:

Kozintsev y Trauberg, junto con otros jóvenes intelectuales, publicaron en 1922 un Manifiesto Excéntrico, creando ese mismo año la FEKS [ФЭКС], Fábrica de Excentricidad o Fábrica del Actor Excéntrico.  Similar a otros movimientos artísticos de vanguardia de la Rusia soviética, como el futurismo, el constructivismo, las propuestas de Mayakovski y Meyerhold, su objetivo inicial era la reformulación de las artes escénicas, y más tarde el cine, mediante la fusión de varias artes consideradas menores: circo, mimo, acrobacia, music hall, etc. Tenemos un ejemplo similar en esa misma época en obras teatrales de Eisenstein como Hasta el mejor escribano echa un borrón, en la que aparece una pequeña grabación conocida como El diario de Glumov a la que ya dedicamos una entrada en otro lugar. Tras su trabajo en el teatro con la obra Matrimonio de Gogol, la primera inmersión en el cine del equipo de FEKS será en el cortometraje Las aventuras de Octiabrina [Похождения Октябрины, Pokhozhdenia Oktiabriny] en 1924, a la que siguieron, junto a un par de cortometrajes más, El capote [Шинель, Shinel] en 1926, de nuevo una adaptación de Gogol -disponible aquí con intertítulos en ruso-, S.V.D., La unión del gran asunto (С. В. Д., Союз великого дела S.V.D., Soiuz velikogo dela), sobre los decembristas rusos, en 1927, -disponible aquí también con intertítulos en ruso- y a continuación la obra que ahora nos ocupa.

Los dos primeros títulos provisionales fueron rechazados por las autoridades soviéticas de la productora de Leningrado. Como comentaban los directores con humor en un artículo de 1928, «Antes se llamaba Asalto a los cielos (Штурм неба, Shturm nieba). Por desgracia, fue rechazado por indefinido y poco convincente. Ahora nos gustaría titularlo La canaille (Каналья, Kanalia). Desafortunadamente, será rechazado por ser demasiado definido y demasiado convincente.»

De nuevo de manera similar a Eisenstein, en el marco de la discusión de un sector de la vanguardia soviética de la época que se oponía al cine de ficción, los personajes son más bien arquetipos, representantes de los diferentes sectores y clases sociales enfrentadas, y su peripecia vital individual no importa demasiado. Recordemos obras de Einsenstein como La huelga, El acorazado Potemkin y, sobre todo, Octubre, para entender el marco ideológico. Como reconocía años más tarde el propio Trauberg, para entender la película había que tener conocimientos previos de los acontecimientos históricos que refleja. El campesinado en el ejército, literalmente, cavando la tumba de los trabajadores de París.

El carácter arquetípico de los personajes se refleja también en la banda sonora, compuesta especialmente para la película por Dmitri Shostakovich. Mientras se utilizan canciones como Ça ira, La Carmagnole cuando aparece el pueblo, para la burguesía reaccionaria se utilizan piezas de opereta como el famoso can-can de Orfeo en los infiernos de Offenbach. El uso de La marsellesa, por cierto, es curioso, porque más que como himno revolucionario aparece como una forma de enardecer a los soldados en contra de la Comuna. Cuando un oficial hace un último intento para que se rindan les apela llamándolos «¡Franceses!» Su respuesta: «No somos franceses, somos comuneros».