Cine militante francés en el periodo mudo. II, hasta 1929

Publicado originalmente en Espai Marx

Habíamos visto en nuestra entrada anterior las experiencias cinematográficas del movimiento revolucionario francés hasta la 1ª Guerra Mundial. En esta segunda sección nos dedicaremos al periodo desde el final de esta guerra hasta principios de los años 30, cuando el paso al sonoro y el desarrollo de las experiencias cinematográficas de los militantes de izquierda hacen que se produzcan una serie de cambios que requieren un estudio diferenciado.

Como sabemos, la mayoría del Partido Socialista Francés se pasó en bloque a la Internacional Comunista en el Congreso de Tours de 1920. La primera noticia que tenemos de producción militante es la realización en 1923 por parte del partido resultante, el Partido Comunista Francés, de una serie de «Films Humanité». Consistieron en la grabación de cuatro noticieros o documentales: la manifestación del 1º de Mayo, las huelgas en Elbeuf (grabación confirmada por los informes de la policía local), los funerales de un militante argelino asesinado por la policía y el aniversario de la Comuna. No se ha conservado ninguna de estas grabaciones, o al menos no están disponibles en el archivo del PCF. Las primeras muestras que tenemos en Ciné-archives: fonds audiovisuel du PCF, mouvement ouvirer et démocratique son de algunas actividades y dirigentes del partido, posiblemente no de realización propia y algunas de ellas grabadas en Rusia, por ejemplo.

Una figura clave de estos primeros años es la del periodista e intelectual miembro del partido León Moussinac. Hijo de un inspector de ferrocarril, debe pronto a empezar a trabajar debido a la muerte de su progenitor y pasa más tarde ocho años en el ejército antes y durante la 1ª Guerra Mundial. En 1919 escribe su primer artículo para la revista Le Film que dirige su amigo de infancia Louis Delluc. Cuando se licencia, se convierte en crítico cinematográfico en la revista Mercure de France y después en el diario L’Humanité a partir de 1923, donde escribe una crítica de cine semanal. Hay que destacar que su director, Paul Vaillant-Couturier, también concede mucha importancia al nuevo arte. Moussinac se une al PCF en 1924. En 1925 reune por primera vez sus trabajos teóricos e históricos en su obra Naissance du Cinéma.

Muy activo en el seno del movimiento asociativo Ciné-Club de France, se queja sin embargo de que los clubs no se preocupasen más que de la defensa de los intereses económicos o artísticos de la profesión, por lo que en febrero de 1925 concibe, a petición del partido, el programa de una proyección itinerante bautizada ‘le Cinéma du peuple’. Confia en que al educar el público en las sutilezas del lenguaje cinematográfico influirá sobre el cine porque las élites «han dejado establecerse una potencia financiera cinematográfica hostil al arte y una fuerza mercantil a la que se trata ahora de dar la vuelta». En diciembre de 1925 el diputado comunista Paul Vaillant-Couturirer presenta en la Cámara un proyecto del que es autor para que se cree un museo, una biblioteca de obras especializadas y una cinemateca.

Gracias a su acción en el seno del movimiento asociativo Ciné-Club de France se proyecta por primera vez en Francia El acorazado Potemkin en noviembre de 1926 y La madre de Pudovkin en 1927. En otoño de 1927 visita Moscú y conoce a los principales cineastas soviéticos, editando un libro sobre su viaje. En noviembre de ese mismo año se agrupan en Berlín diversas asociaciones ligadas de una u otra forma a diversos partidos comunistas con el objetivo de coordinar la propaganda a través del cine: Prometheus de Berlin, Prometheus de Zurich, Argus de Nueva York, el departamento de cine del Partido Comunista de Suecia y el del Socorro Obrero Internacional. Paralelamente, se crean por toda Europa asociaciones cinéfilas con el objetivo de difundir el cine de vanguardia, no exclusivamente el de carácter político revolucionario.

En este marco de confluencia de intereses políticos y cinéfilos se crea el 9 de marzo de 1928 la asociación ‘Les amis de Spartacus’. La lista de sus promotores muestra claramente su vinculación con el PCF: además de personalidades intelectuales vinculadas al partido como el ya citado Moussinac, Francis Jourdain y Jean Lods, se encuentran hasta seis miembros de su dirección: Georges Marrane, miembro del Comité central, el diputado Jean Garchery y Émile Dutilleul, tesorero del partido. Georges Marrane era además director de la Banque ouvrière et paysanne (BOP). Será esta entidad la que financia completamente ‘Les amis de Spartacus’.

El objetivo será la defensa del cine de vanguardia y contra un cine comercial considerado inepto y embrutecedor, así como combatir la manipulación de la conciencia de las masas por parte de este cine, considerado una especie de «opio del pueblo». En contrapartida, las películas de vanguardia se consideran una contrapropaganda con el objetivo de despertar la conciencia de las masas. La revolución estética se une a la revolución política y la asociación tiene el objetivo de unir las dos causas.

La exhibición del cine soviético en los circuitos comerciales estaba prohibida por el gobierno francés de la época. La forma de ejercer la censura era simplemente no otorgar licencias de explotación. A esta intransigencia de unas películas por otra parte exhibidas en numerosos países occidentales, se une una feroz campaña de represión anticomunista, muy especialmente contra su propaganda.

‘Les amis de Spartacus’ cuenta con una sala para 1.500 espectadores, abierta en junio de 1927 y bajo el control del partido comunista: el Casino de Grenelle, situado en el distrito 15 de París. El programa inicial de proyecciones incluye algunas de las mejores películas del cine soviético de la época: La madre en marzo de 1928, El acorazado Potemkin en abril, El fin de San Petersburgo en mayo y, durante el verano, se complementa con la proyección de películas suecas (El tesoro de Arne de Mauritz Stiller y Carlos XII de John Brunius, y estaban previstas sesiones dedicadas al cine francés, americano y alemán.

La empresa tiene éxito y ‘Les amis de Spartacus’ cuentan con cinco mil miembros en abril de 1928, más de ocho mil en mayo y más de 10.000 en junio, si bien el Ministerio de Interior en sus informes secretos habla de un máximo de cinco mil miembros en octubre. A partir del mes de mayo, por otra parte, se organizan sesiones en barrios en los que se crean ‘secciones’ de la asociación. En junio son ya una quincena, y paralelamente se crean otras en otras ciudades como Estrasburgo, Marsella o Clermont-Ferrand. El propio ministro de Interior, Albert Sarraut, reconoce que «los espectadores son numerosos, perteneciente a todas las clases de la sociedad».

La iniciativa no durará más que seis meses, afectada, según Vezyroglou, en quien nos hemos basado en buena parte de este relato, por la coincidencia de dos hechos: una implacable persecución policial y un cambio en la política de la Internacional Comunista que ya no intenta atraer a un público «burgués» sino acentuar una política de «clase contra clase», en la que este tipo de propaganda ya no tiene demasiado sentido.

La experiencia, no obstante, formará parte de ese proceso de acumulación de fuerzas en el ámbito cinematográfico que cristalizará, ya en los años 30, en toda una serie de proyectos que merecen ser tratados en otra ocasión.

Bibliografía consultada

-Christophe Gauthier, Tangui Perron, Dimitri Vezyroglou. «Histoire et cinéma : 1928, année politique».
Revue d’histoire moderne & contemporaine 2001/4 (nº48-4), pag.190-208 (versión electrónica)

-Dimitri Vezyroglou. «Le Parti communiste et le cinéma. Nouveaux éléments sur l’affaire Spartacus (1928)». Vingtième Siècle. Revue d’histoire 2012/3 (N° 115), pag. 63-74. (versión electrónica)

-Valérie Vignaux. «Léon Moussinac et L’Humanité du cinéma. Cinéma militant et militantisme culturel dans l’entre-deux-guerres en France». Études photographiques, nº 27, mayo 2011. (versión electrónica en francés y en inglés)
— «Cinéma militant : généalogie, trajectoires, paradigmes». Cinédidac. (versión electrónica)

-Tangui Perron. «Mouvement ouvrier et cinéma dans les années 1920». En: Jacky Evrard et Jacques Kermabon (ed.) Encyclopédie du court métrage Français, éd Yellow Now, 2004, 464 p. (versión electrónica)

-Entrada «Moussinac, Léon (1890-1964)» en el «Dictionnaire du cinéma français des années vingt». 1895. Mille huit cent quatre-vingt-quinze [en línea], nº 33, 2001. (versión electrónica)

Cine militante francés en el periodo mudo. I, hasta 1914

Iniciamos una serie de entradas dedicadas al cine militante de diversos países en el periodo mudo, aproximadamente hasta inicios de los años 30. Hemos decidido limitarnos al cine militante por diversas razones. La más importante es que una presentación del cine social en general, o sobre la situación de la clase obrera, sería demasiado extensa. Como lo sería también hablar del cine de izquierdas en un sentido amplio. Ha habido sin duda miles de películas realizadas por directores, guionistas, actores, etc. cuya postura política de izquierdas se ha reflejado en el contenido de la película, pero incluso una mera relación nos llevaría mucho más allá de lo que pretendemos con este trabajo. Nuetro objetivo será mucho más modesto. Nos centraremos exclusivamente en el cine militante, entendido a partir de una premisa básica: que sea el resultado de la acción colectiva de alguna organización o asociación. Esto implica, por otra parte, que no hablemos exclusivamente de la producción, puesto que buena parte de las energías colectivas en determinados periodos se centraron en las otras dos áreas en las que normalmente, junto a la producción, se divide la industria cinematográfica: la distribución y la exhibición.

Reticencias políticas e inicios modestos

Desde su inicio, el cine fue en su origen un arte y espectáculo para un público proletario, pues al imponerse la proyección colectiva frente a la propuesta inicial de máquinas de visionado individual como proponía Edison, esto exigía la exhibición de manera continuada en locales ad hoc, lo que implicaba la existencia de una masa de público lo suficientemente amplia, a la vez que su bajo coste permitía que este fuese de toda clase social. A pesar de los intentos por atraer a la burguesía con propuestas temáticas de una cultura presuntamente más elevada, como los Films d’Art, la mayor parte del público siguió siendo mayoritariamente la clase obrera industrial o de servicios de las grandes ciudades. Es posible que fuese este el motivo de que parte de las primeras películas mostrasen tanto su modo de vida –en noticieros, vistas de lugares e imágenes de la vida cotidiana y laboral– como, en ocasiones, un cierto interés social y político. Ya vimos en una entrada anterior una película sobre la Comuna rodada en 1906-1907, pero puede ser otro buen ejemplo una anterior: La grève (La huelga) rodada en 1904 por Ferdinand Zecca, probablemente como una adaptación de Germinal de Zola. Novela de la que, por cierto, en esa corriente de adaptación de literatura de prestigio en años posteriores, habría una muy buena adaptación en 1913 dirigida por Albert Capellani en 1913. Este mismo director haría también ese  año una adaptación de Los Miserables de Victor Hugo.

A pesar de las reticencias iniciales mayoritarias en el seno del movimiento obrero, algunos de cuyos militantes veían al cine como una distracción escapista en el mejor de los casos y como un instrumento para la policía en el peor –en una movilización en la zona de Reims la policía revisó varios noticieros grabados para poder reconocer a los participantes– la verdad es que muy pronto le vieron posibilidades por su capacidad de agitación y educación. En el tercer capítulo de la tesis de Luiz Felipe Cezar Mundim O público organizado para a lutao: Cinema do Povo na França e a resistência do movimento operário ao cinema comercial (1895-1914) se nos presentan tres ejemplos de actividades de propaganda y educación en las que se utilizó el cine: las universidades populares, la actividad de Emile Kress y la de Gustave Cauvin. Veámoslas con un poco más de detalle.

Creadas entre finales del siglo XIX y principios del XX como medio de autoeducación obrera, las Universidades Populares francesas llegaron a ser más de 230 con más de 50.000 participantes. La primera referencia que encuentra Mundim sobre cine en estas universidades es de 1906, y en 1909 se crea en su seno incluso un grupo de ‘Cinéma Social’, aunque no parece tener demasiada actividad. En un congreso de 1910 diversos participantes se preguntan sobre las posibilidades que el cine puede ofrecer para la educación del pueblo.

La segunda experiencia tiene más entidad pues la lleva a cabo alguien que trabajaba en el mundo del cine. Se trata del proyeccionista socialista Émile Kress. Fue secretario general del Syndicat Français des Exploitants du Cinématographe, autor de diversas obras entre las que destaca la conferência De l’Utilité du Cinématographe dans l’Enseignement, y es posible que participase en el que podría ser la primera película militante, Pourquoi la guerre, aunque existen dudas de que finalmente llegase a realizarse.

Y en estos primeros antecedentes contamos por último con las campañas de agitación del, en aquella época próximo al anarquismo y al socialismo revolucionario Gustave Cauvin (1886-1951). A partir de 1911 Cauvin, tras comprar un proyector, realiza diversas giras por locales sindicales y centros de reunión obreros del país para dar conferencias acompañadas de sesiones de cine centradas en los tres temas que más le interesan: la lucha contra el alcoholismo, la defensa de un cierto neo-malthusianismo que propugnaba limitar el crecimiento de la población, y el antimilitarismo, muy centrado a partir de 1912 en la lucha contra una nueva ley que establecía un servicio militar de 3 años. Cauvin resumía su propuesta con el lema «Trois fléaux: alcool, familles nombreuses, trois ans!» Una sesión típica, a la que acudían habitualmente más de 500 espectadores, constaba de la proyección de algún corto cómico, para atraer al público, conferencias del propio Cauvin u otros especialistas en los temas citados, y la proyección de películas como Les victimes de l’alcoolisme o L’assommoir. De la primera hay una versión de Ferdinand Zecca de 1902, que es la que presentamos a continuación, de apenas cinco minutos, pero de la que Gérard Bourgeois hizo una nueva adaptación de 34 minutos en 1911 con el título de Les victimes de l’alcool. L’assommoir (La taberna) era una muy buena adaptación del relato homónimo de Zola dirigida por Albert Capellani en 1909 que podemos ver en esta entrada de Archive.org. Algunos otros títulos proyectados por Cauvin serán: Vues comiques et scientifiques ; Enfers sociaux, paradis bourgeois ; Nice, séjour d’actionnaires parasites ; Protestations contre la guerre, les armements et les trois ans : deux cent mille Parisiens manifestent au Pré-Saint-Gervais, trois cent mille Allemands manifestent à Leipzig.

La práctica de Cauvin parece haber dado sus frutos, y pronto, a lo largo de 1913, diversas sociedades obreras deciden la creación de salas de proyección e incluso la compra de proyectores: en la Bourse du Travail de Reims; la Maison du Peuple de Monthermé; la cooperativa “Chez Nous” en Puteaux, suburbio de Paris en el antiguo departamento de Seine, como “Cinéma Champêtre” al aire libre; en Fougères en el oeste del país en la región de Rennes; en las sesiones de la Bourse du Travail en Plaisance, Paris; en el Grand Cinéma des Petits Bonshommes de la Ligue ouvrière de la protection de l’Enfance; o en Angers, como Cinéma-Populaire de la Unión de los Sindicatos de Maine-et-Loire.

LE CINÉMA DU PEUPLE

Finalmente, en julio de 1913, se daría un paso más en el uso de la cinematografía por parte del movimiento obrero con la creación de la cooperativa de carácter anarquista ‘El cine del pueblo’. Su formación sería anunciada en el congreso nacional de la Fédération Communiste Anarchiste (FCA), formalizandose estatutariamente el 28 de octubre de ese mismo año. El objetivo, además de celebrar fiestas con proyecciones cinematográficas, era la realización de sus propias películas. Entre sus promotores encontramos a Robert Guérard,E. Chevallier, Yves Bidamant y G. Cauvin, del que acabamos de ver su tarea como propagandista a a través del cine.

La formalización legal tendrá lugar el 6 de noviembre de 1913 con la creación de una ‘sociedad anónima de capital variable’ con un capital social de 20.000 francos dividido en 800 acciones de 25 francos cada una. Cada colaborador podía adquirir un máximo de 15 acciones. La sede estará radicada en  la Maison des Syndiqués, edificio en el 17º arrondissement que había sido adquirido y reformado por la Union des Syndicats en 1909 para albergar actividades sindicales diversas. Constará de un Consejo Administrativo de 15 nombres (Laisant, Guérard, Pera, Bidamant, Chevalier, Cauvin, Benoist, Sirolle, Boisdin, Séguin, Martinet, Claimour, Sastre, Tilly (Henriette) y Oustry), aunque no todos desempeñarán una actividad directa en su funcionamiento.

A partir de un informe de la policía, que la vigilaba estrechamente, quedan explícitos sus objetivos: «producir films cinematográficos a través de los aparatos apropiados, en salas alquiladas para este fin» y distribuir films, ya sea alquilándolos o vendiéndolos, con perspectiva revolucionaria, para las organizaciones de trabajadores y para particulares, enfatizando la voluntad del ‘Cine del pueblo’ de «combatir la guerra, el chauvinismo, el nacionalismo y la moral burguesa exaltados en la cinematografía actual». Además, «el alcoholismo será extinguido y las ideas neomaltusianas enseñadas a los espectadores».

Aunque no está muy clara la capacidad real de movilización que tuvo la cooperativa, no hay duda de que suscitó el interés de numerosas sociedades obreras que escribían para interesarse por sus actividades y pedían la autorización para crear grupos análogos. E incluso tuvo una cierta repercusión internacional, con informaciones de contactos en Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia.

La sociedad presentaría su primera película, Les Misères de l’Aiguille, en enero de 1914, en la fiesta del día 18 en el salón de las Sociétés Savantes, aunque ya el 7 de diciembre de 1913 habían organizado, por iniciativa del Sindicato General de los Trabajadores del Calzado, en la Bourse du Travail –Salle Ferrer, una fiesta en la que por primera vez hicieron proyecciones cinematográficas, con la programación de una hora de “filmes sociales y divertidos”, complementada con la presentación del grupo de cantores La Muse Rouge, y una ‘conversación’ con el miembro de Cine del pueblo L. Oustry, sobre la “Utilidad del Cine del pueblo». La música estuvo presente en todas las fiestas del grupo.

En enero de 1914 se celebraron dos fiestas más, una parcialmente frustrada en febrero, tres en marzo y una final en mayo. La asistencia osciló entre las más de 2.000 personas que acudieron a la conmemoración de la Comuna  y las 300.

En la del 21 de marzo, además de la proyección de Les Misères, se estrenó la segunda película del grupo, Les obsèques du Citoyen Pressensé, cobertura del funeral de Francis de Pressensé, dreyfusard, creador de la Liga de los Derechos del Hombre, importante militante y deputado socialista francés. Curiosamente, uno de los oradores principales fue el intelectual ruso socialista Lunacharski.

Sin duda la fiesta más importante fue la del 28 de marzo, en la que se estrenaron el resto de películas que llegaría a realizar la cooperativa: su visión sobre a Comuna de 1871, Victime des exploitées! y Le Vieux Docker. La parte musical estuvo a cargo de Méristo, del grupo Chanson du Peuplee Charles Albouy, de Concerts Colonne. Hubo también un debate sobre la Commune con Zéphirin Camélinat, veterano y director de la casa de la moeda creada en la Comuna, y finalmente la representación de un grupo teatral de la obra Client sérieux, de Courteline. Tal como hemos indicado, hubo más de 2.000 asistentes a la fiesta.

Cabe destacar la voluntad antisectaria del grupo, que contaba entre sus miembros con gente tan diversa como un cantante socialista del SFIO, Montéhus, otro anarquista de la FCA, Robert Guérard; un cooperativista socialista, Paul Benoist; un sindicalista anarquista, Yves Bidamant; un matemático famoso, Charles-Ange Laisant; una anarquista individualista, Jane Morand; y un obrero, Émile Rousset, célebre por denunciar las torturas y la muerte de un colega en el ejército.

Conocemos otros proyectos cinematográficos previstos tras la realización de estas primeras cuatro películas, que probablemente ninguno de ellos llegase a realizarse con el estallido de la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914. Uno de ellos, Biribi, probablemente basado en la novela homónima de Georges Darien sobre las durísimas condiciones de los presidios militares franceses en el norte de África. El otro, un homenaje al pedagogo anarquista Francesc Ferrer i Guardia, aunque con una curiosa confusión entre catalán e italiano el título anunciado era Francesco Ferrer. Estaba previsto, por último, la realización de L’hiver, plaisirs de riches! Souffrances des pauvres!, de la que no hemos encontrado más datos, y Les Actualités ouvrières, que imaginamos hubiera sido una especie de noticiario sobre movilizaciones obreras.

Veámos ahora con un poco más de detalle cada una de las películas realizadas por el grupo.

Les misères de l’aigulle

La película había sido encargada inicialmente a uno de los miembros de la cooperativa, el cantante Robert Guérard, pero pronto hubo discrepancias por el salario que este pretendió cobrar tras diez días de trabajo y por la valoración de la mayor parte de los asociados de que Guérard «no tenía el menor talento artístico». Finalmente, la película acabaría siendo dirigida por Raphaël Clamour(1885-1943), conocido artista de teatro y habitual de los medios militantes. Cabe destacar que en esta película tuvo su primer papel como protagonista la luego famosísima Musidora. La fotografía estuvo a cargo del anarquista español Armand Guerra, que como luego veremos, sería el director de un par más de producciones de la cooperativa.

Aunque la película presuntamente está dedicada a la explotación de las miles de costureras que trabajaban por un salario ínfimo en París, llevándolas incluso a la idea del suicidio, lo cierto es que, unido a una gran precariedad técnica y a que en la primera exhibición el proyector no tenía la potencia de luz suficiente, la película no gozó de demasiado éxito. Pero juzgad vosotros mismos:

Les obsèques du citoyen Francis de Pressensé

Como hemos comentado anteriormente, se trata de la grabación del entierro del destacado militante Francis de Pressensé. No se ha conservado.

L’Hiver! Plaisir des Riches! Soufrance des pauvres!?

De esta película, producida a finales de enero de 1914, la única información que tenemos es la que aparece en prensa, recogida en el libro de Mundim:

«L’Hiver! Plaisir des Riches! Souffrance des pauvres! Son los placeres del patinaje. Es Gérardmer y las bellezas del invierno, hermosas damas bien vestidas que aprovechan al máximo su ocio. Por el contrario, esta es la pared Père-Lachaise. Las largas filas de desafortunados esperando durante horas, temblando, por una sopa magra. Gente raquítica, solo en la piel … La miseria está ahí en toda su fealdad. (…) Y esto vale más que un discurso para fulminar el sistema social actual.»
ALMEREYDA, Miguel. Le Cinéma du Peuple. Le Bonnet rouge, 28/02/1914, p. 15.

La Commune

Dedicamos recientemente una entrada a esta película, por lo que no nos extenderemos y nos limitamos a ofrecerla de nuevo:

Le vieux docker

En el origen de esta película se encuentra un suceso ocurrido recientemente en el puerto del Havre y del que alguno de los participantes en El cine del pueblo había participado. Se trataba del “caso Jules Durand”, también conocido como el “affaire Dreyfus del mundo obrero”. En el curso de una huelga de los estibadores del puerto un esquirol había muerto en una riña a la salida de una taberna. El secretario de la sección sindical fue acusado de incitar al asesinato y condenado a muerte. Aunque una fuerte campaña en su favor organizada por la CGT consiguió que fuese liberado, Durand quedó muy afectado psíquicamente y acabó sus días en un hospital psiquiátrico.

No obstante, más allá de este planteamiento general, nada de lo que vemos en la película se corresponde con lo sucedido, más allá de la idea de la explotación de los estibadores. La película narra las dificultades de un viejo estibador al que ya no se le contrata y cómo la desesperación le lleva a asesinar al encargado que lo había despedido.

Será la segunda película dirigida por Armand Guerra.

Victimes des exploiteurs

No tenemos más datos de esta película que su estreno el mismo día que La Comuna y Le vieux docker.

BIBLIOGRAFÍA

La obra fundamental, en la que hemos basado buena parte del contenido de este artículo es:

-Luiz Felipe Cezar Mundim. O público organizado para a lutao: Cinema do Povo na França e a resistência do movimento operário ao cinema comercial (1895-1914). Disponible en formato electrónico [PDF].
Otros libros sobre la materia:
-Isabelle Marinone. Anarchisme et cinéma : panoramique sur une histoire du 7ème art français virée au noir. Hay una versión en línea disponible gratuitamente traducida al portugués: Cinema e anarquia: una história «obscura» do cinema na França (1895-1935)
-Nina Almberg. Les Caméras du Peuple: cinéma et mouvement ouvrier à la Belle Époque. Tesis de 2011.
-Luiz Felipe Cezar Mundim. Le public organisé pour la lutte : le cinéma du peuple en France et larésistance du mouvement ouvrier au cinéma commercial (1895-1914). Histoire. Université Panthéon-Sorbonne – Paris I; Universidade federal do Rio de Janeiro, 2016. Enlace electrónico.

Y los artículos:

-Laurent Mannoni. «28 octobre 1913: création de la société ‘Le Cinéma du Peuple’». En: Thierry Lefebvre et Laurent Mannoni (dir.). L’année 1913 en France, no. Hors série. Revue‘1895’, octobre, p. 100-107. Paris: Association française de recherche sur l’histoire du cinéma, 1993. Enlace electrónico.
-Tangui Perron. «Le contrepoison est entre vos mains, camarades’ –C.G.T. et cinéma au début du siècle». Le Mouvement Sociale, n. 172, Paris: Éditions de l’atelier, juillet-septembre, 1995. p. 36. Enlace electrónico.
-Tangui Perron. «A la recherche du cinéma ouvrier : périodisation, typologie, définition». En: Le cinéma ouvrier en France in «les Cahiers de la Cinémathèque» (cinémathèque de Perpignan), n° 71, décembre 2000. Enlace electrónico.
-Tangui Perron. «Le cinéma militant». Enlace electrónico.
-Nina Almberg, Tangui Perron. «La propagande par le film : les longues marches de Gustave Cauvin», 1895. Mille huit cent quatre-vingt-quinze.Enlace electrónico.
-Jean-Paul Morel. «Lucien Descaves : pour le «Cinéma du Peuple»», 1895. Mille huit cent quatre-vingt-quinze. Enlace electrónico.
-La Commune. [Enlace electrónico]

La Comuna de París en el cine mudo francés

Empiezo a recuperar diversos artículos sobre cine de izquierdas que he ido publicando en las páginas de Espai Marx. Empezamos

Si hace unas semanas presentamos La nueva Babilonia, de Kozintsev y Trauberg, una de las mejores películas soviéticas sobre la Comuna de Paris –no la única, hubo alguna más–, hoy hablaremos de las dos únicas grabaciones que conozco sobre este acontecimiento realizadas en Francia.

SUR UNE BARRICADE

La primera de ellas es de una etapa muy temprana del cine, en 1906-1907, y es conocida con diferentes títulos: L’enfant sur la barricade, L’émeute sur la barricade, que es el título que aparece en el vídeo que enlazamos, o, simplemente Sur la barricade o Sur une barricade. La autoría es dudosa. Durante unos años se consideró que todas las películas de ficción realizadas por la compañía francesa Gaumont en sus primeros años habían sido dirigidas por Alice Guy, hasta adjudicarle un número increíble de títulos y considerarla la primera directora del cine de ficción, tan pronto como en 1896. No obstante, estudios más recientes han ajustado mucho la cifra de películas dirigidas por esta pionera del cine. Es cierto que hasta 1905, pero no desde 1896 sino probablemente 1900, buena parte de la producción de ficción de Gaumont le corresponde a ella. A finales de 1905 hará un viaje a España para rodar películas sonoras para el sistema Cronofono creado por Gaumont en esos años, ante el conflicto larvado que se había planteado entre su posición en la empresa y la de René Decaux, jefe de los nuevos estudios construidos en París. A la vuelta de su viaje realizará algunas películas más antes de su boda y su traslado a los Estados Unidos en 1907, donde seguirá su carrera cinematográfica a través de su propia productora, Solax Company. Si la película es de 1906, es perfectamente posible que fuese ella la directora. No obstante, uno de los mejores especialistas en su obra, Maurice Gianati, en el capítulo «Alice Guy a-t-elle existé?» de la obra editada por el mismo Gianati y Laurent Mannoni, Alice Guy, Léon Gaumont et les débuts du film sonore, la incluye en la lista de películas que Guy reclamaba como propias, aunque añade como ‘Observaciones’ «Film d’E. Arnaud». Étienne Arnaud es otro pionero del cine francés del que sabemos que estaba dirigiendo en esa época gracias a un cuaderno en el que iba registrando sus grabaciones. No he podido comprobar si esta película está incluida en dicho cuaderno. En cualquier caso, Sur la barricade aparece en el catálogo de Gaumont con el número 1679, y Gianati da como fecha estimada el 12 de agosto de 1907.

Aunque la película se ha considerado que estaba basada en Los miserables, y por tanto en la insurrección republicana de junio de 1832, a través de la figura del niño Gavroche, en realidad es mucho más probable que se corresponda a otra obra de Victor Hugo, en concreto al poema Sur la barricade incluido en el recopilatorio L’Année terrible,  de 1872, dedicado a los acontecimientos de la Comuna. Dicho poema está dividido en dos partes: en la primera se relata como un niño que ha participado en la defensa de la Comuna pide que antes de ser fusilado le permitan ir a entregar a su madre su reloj, con la promesa de volver para que se cumpla la sentencia. Así lo hace, y el oficial al mando impresionado por su gesto le perdona la vida. En la segunda parte del poema, Víctor Hugo hace referencia a los héroes griegos de la Antigüedad griega, a quienes compara con el niño. El poema, en francés, está disponible en Wikisource.

Naturalmente, para ‘dulcificar’ el contenido en tiempos de la Tercera República francesa, fundada después de todo por quienes aplastaron la Comuna, en la película el niño no ha participado directamente en la lucha junto a los Communards, sino que se ha visto implicado involuntariamente cuando iba a cumplir un encargo de su madre. Pero el resto de la narración se corresponde casi exactamente con el contenido del poema.

LA COMMUNE! DU 18 AU 28 MARS 1871

Cartel de la película realizada por el colectivo Le cinéma du peuple.

Nuestra segunda película fue una de las producciones de la sociedad cooperativa de tendencia anarquista ‘Le cinéma du peuple’, creada a finales de 1913. No nos extenderemos demasiado porque dedicaremos una próxima entrada a la historia del cine militante francés antes de la llegada del sonoro. La sociedad realizó varias películas a principios de 1914, pero el inicio de la 1ª Guerra Mundial en agosto de ese mismo año interrumpió su producción, en la que tenian previsto, por cierto, una película sobre la figura de Francisco Ferrer i Guardia.

La película que presentamos a continuación llevaba el título de La Commune! Du 18 au 28 mars 1871, y se proyectó por primera vez precisamente un 28 de marzo, pero de 1914, aniversario de la proclamación de la Comuna de París. Con estos precedentes, que auguraban algo mejor, la verdad es que la película resultó bastante decepcionante. No solo por la falta de medios técnicos y el amateurismo evidente, como por la elección del tema principal. De hecho, escogen uno de los que a priori más reproches podría provocar en el público entre los acontecimientos históricos de la Comuna: el fusilamiento de los generales Lecomte y Thomas. De una forma nada fiel a la historia, por cierto. Se especula con que quizá el objetivo fuese salir de un público limitado al más militante para intentar llegar a la población general. Si es así, y a pesar de que el director la recordaba en sus memorias como un éxito, lo cierto es que no lo fue, a la vez que provocó si no la animadversión sí la decepción de los militantes obreros que acudieron a verla, como nos recuerda Laurent Mannoni en este artículo.

El director de la película fue Armand Guerra, seudónimo del anarquista valenciano José Estívalis Cabo, quien tras un periplo por los Balcanes, Rusia y Alemania recaló en París. En la obra interpreta también los papeles de Thiers y de uno de los generales que acabarán fusilados, Lecomte. Es el que aparece a la izquierda, grotescamente maquillado, en la imagen fija de presentación de la película. Más adelante, Armand Guerra realizaría también alguna película en España en los años 20 y 30, aunque acabaría de nuevo exiliado en París en 1939, donde moriría ese mismo año. El guion fue obra del periodista y novelista francés, también anarquista, Lucien Descaves. Este autor no era la primera vez que se acercaba al tema. En 1901 había publicado La Colonne, una novela sobre el affaire Gustave Courbet y la destrucción de la columna Vendôme, y en 1913, Philémon, vieux de la vieille, también sobre la Comuna.

Los últimos planos de la película abandonan la ficción y se convierten en documentales: vemos a un grupo de la Asso­ciation fraternelle des anciens combat­tants de la Commune reunido ante el Louvre; el muro de la plaza Gambetta en Père Lachaise; y finalmente una bandera con la inscripción «Vive la Commune!».